La frontera más violenta de Europa

2020 09 13 30Los habitantes de Pavlovil tienen que viajar 2 Km. por agua y 25 Km. para abastecerse de productos básicos - (Foto F. Barber)

A orillas del mar de Azov, en la desembocadura del río Kalmius se encuentra Mariupol uno de los principales puertos de la zona de Donetsk, que políticamente pertenece a Ucrania, pero está en conflicto con la Federación Rusa, a la cual dice pertenecer la República Popular de Donetsk, que está al otro lado del río.

 

Desde 2014 es una frontera regada en sangre, en la que los disparos de armas de fuego de uno y otro bando asolan a la población civil. La orilla este está controlada por los separatistas pro rusos, mientras que la oeste pertenece a Ucrania y tiene apostado allí batallones para defender la zona.

Desde el comienzo del conflicto armado se ha denunciado la muerte de más de 13000 ucranianos, en los intercambios de disparos que se producen casi a diario.
Uno de los pueblos más castigados por la situación, llamado Pavlopil, una aldea de 400, ubicada en la “línea de contacto” y a unos 25 Km del puerto, solo tiene abastecimiento de las necesidades básicas en éste y ni siquiera tiene suministro de agua, sus habitantes tienen que recorrer 2 Km. para abastecerse de agua de un pozo.
Explosiones, disparos de mortero, ataques con granadas (RPG), ráfagas de fusiles de asalto y minas lanzadas desde drones... No importa cuántas armas prohibieran los acuerdos de Minsk, miles de documentos gráficos demuestran que se han seguido utilizando. Si eso no es una guerra sucia, se le parece mucho, a pesar del silencio de Occidente.

Cuesta creer que la gente haya encontrado la forma de vivir en un ecosistema tan envenenado por la violencia y la miseria. Prefieren arriesgarse a caer bajo las balas que languidecer en una mísera colmena* soviética de las sucias ciudades portuarias porque ni siquiera el horror de ese enfrentamiento ha profanado la belleza sencilla de esos pueblecitos ucranianos. Todos dicen que era un hermoso lugar donde vivir. (*) Äpto.