En el Tíbet no solo hay montañas y monjes, también necesidad de movilizarse o de cruzar la provincia y es muy difícil decidir cuál es el camino menos peligroso (si es que lo hay).
En esa red de carreteras que se extienden por los confines de la China, cercanos a Nepal y la India se encuentra el puerto de Semo La (no quiere decir que somos de allá, sino “paso” en tibetano) que tiene el título de ser el punto más alto del mundo con una carretera asfaltada, nada menos que 5566m. de altura sobre el nivel del mar, aunque un tecnicismo dice que en realidad son 5565, lo que dijo el GPS utilizado por una expedición para determinar la altura real del puesto en 2005. Pero no es una diferencia importante, igual sigue siendo la más alta del mundo. Hay otra carretera más alta, pero no está asfaltada, así que no vale.
El puerto se extiende por 150 km. sobre una meseta que está ubicada a más de 5000 m sobre el nivel del mar, conformando una de las rutas más hermosas y peligrosas del mundo, en invierno se registran muchos días en donde está cubierta de hielo, con tormentas y vientos muy fuertes y, por si fuera poco, con avalanchas de nieve y barro y tampoco cuenta con las protecciones mínimas.
En verano tampoco es sencillo recorrer el puerto ya que la temperatura oscila entre 20º C durante el día y -10º C en la noche, y generalmente se producen nevadas que al día siguiente complican a los viajeros.
Lo reconfortante es que el paisaje que se puede apreciar es absolutamente único, compuesto por montañas, valles, lagos, géiseres, lo que hace la recorrida una aventura inigualable.
Foto: V.Steuer, Wikimedia Commons.