Uno de los vehículos más grandes jamás construido y que tuvo muy mala suerte, fue diseñado en Estados Unidos con aporte oficial y privado para recorrer parte de los 14 millones de kilómetros cuadrados de la superficie de la Antártida, con 5 tripulantes a bordo.
El impresionante vehículo tenía 17 metros de largo por 6 de ancho, las ruedas llegaban a medir casi 5 metros de diámetro, pesaba 34 toneladas y debía soportar todas las inclemencias del tiempo en el continente blanco: nieve, hielo, vientos permanentes, etc. pero era tan grande que hasta un avión podía ser transportado en su techo.
Este impresionante “monstruo” de la tecnología fue el resultado de un proyecto de alrededor de 300.000 dólares y terminó sepultado bajo toneladas de nieve.
El desarrollo y su construcción comenzó en 1939, y duró unas 11 semanas, tras lo cual fue transportado hasta la Antártida en el buque Estrella del Norte como parte de la tercera expedición de Richar Evelyn Byrd, quien fuera secundado por Thomas Poulter quien diseñara tal artefacto.
Además de los problemas que significaron en esa época para llevarlo hasta el puerto, cuando llegó a su destino no era nada sencillo bajarlo del barco, hubo que hacer una rampa especial para dejarlo en tierra, cuando, luego de arreglar una rueda que se rompió (necesitaron una grúa para poder cambiarla), finalmente pudo comenzar a funcionar resultó que los neumáticos lisos no lograban funcionar en la nieve, entonces le pusieron cadenas, pero solo podía avanzar marcha atrás. Transitó 148 Km. en retroceso y los científicos pudieron entonces realizar varios trabajos proyectados (mediciones, experimentos, etc.).
Pero la expedición tuvo tan mala suerte que estalló la Segunda Guerra Mundial, y la participación de Estados Unidos, por lo que el presupuesto fue derivado en aplicaciones militares en lugar de la investigación y terminó abandonado en la superficie del continente austral.
El pesado Cruiser fue olvidado por unos años, hasta 1946, una vez terminada la güera no fue redescubierto en las planicies heladas, cuando lo redescubrieron, todavía funcionaba!!! Pero los responsables de esa expedición tenían otros objetivos y lo dejaron para la próxima.
La siguiente expedición demoró un poco más, recién en 1958 lo volvieron a encontrar debajo de una montaña de nieve, pero los años en esas condiciones hicieron su trabajo y ya no funcionaba, los sistemas mecánicos y eléctricos se habían deteriorado, así que volvió a quedar abandonado.
Pero a partir de ese momento no se volvió a saber del espectacular todo terreno, inclusive se llegó a rumorear que la Unión Soviética lo llegó a rescatar y experimentar con el, pero nunca se pudo confirmar.
De hecho la versión más probable es que la Antártida se lo haya devorado, o que lo haya hecho desaparecer en algún movimiento de hielo, probablemente esté en el fondo de alguna fosa helada. Otro proyecto que sucumbió a la naturaleza, especialmente con el frío que desde la época de Napoleón ha destruido muchas de las veleidades del ser humano.