En Læsø, una pequeña isla de Dinamarca, luego de un proceso de deforestación comenzado en el siglo XVII debido a una industria local que producía sal, se encontraron con que no tenían materiales para techar las casas. Fue entonces que las mujeres que la habitaban (los hombres salían a buscar el alimento al mar) comenzaron a extraer algas plateadas del mar, a secarlas y hacer materiales de construcción.
El resultado fue que obtuvieron un material muy resistente, impermeable y aislante térmico en base a un alga llamada eelgrass que además es ignífugo debido a su alto contenido de sal, absorbe naturalmente el dióxido de carbono, por lo que su uso en las localidades en las que se cosecha es carbono neutral.
Por tanto a principios del siglo XX la mayoría de las casas de la isla (de unos 1.800 habitantes) estaban techadas con ese material, que promete ser una muy buena fuente de recursos constructivos para el futuro ya que es renovable, abundante en casi todo el mundo y tiene una duración estimada de cientos de años, en comparación al promedio de un techo de tejas tradicional que, en promedio, dura 50 años.
En la época actual hay techadores en la isla que han decidido retomar las antiguas costumbres y obtienen muy buenos resultados al producir localmente el material, con lo que las construcciones tienen un valor mucho menor en los lugares donde se obtiene y por las propiedades generan casas frescas en verano, cálidas en invierno, sin humedades y una excelente durabilidad.
Estas propiedades también han atraído algunos estudios de arquitectos que investigan los materiales a utilizar en el futuro, es el caso de la arquitecta estadounidense Kathryn Larsen que ha diseñado paneles prefabricados de eelgrass para su uso en edificación sostenible y amigable con el medio ambiente, llegando a construir un pabellón (The Seaweed Pavilion) en la KEA - Escuela de Diseño y Tecnología de Copenhague como demostración de las posibilidades del material.
No solo son pintorescos los techos de las casas de las islas de Dinamarca sino que nos proporcionan una guía hacia mejores lugares para vivir, sostienen quienes pregonan el uso.