La selva en Centroamérica que es el refugio de especies en extinción y abandono de las poblaciones

2020 09 13 21La Mosquitia es el nombre de un extenso y tupido bosque tropical, una selva que se extiende entre el extremo norte de Nicaragua y la frontera oriental de Honduras, tiene casi 17.000 km. cuadrados, con una población autóctona de unos 100.000 habitantes, de los cuales la etnia principal son las tribus misquitos (que dan nombre a la región) que cuenta con 36.000 personas según estima-ciones del gobierno de Honduras.

Luego de varios siglos en los que la comunidad científica no le prestó atención a esta selva, de muy difícil acceso, ya que no existen carreteras para llegar hasta allí y hay que acercarse por vía fluvial o aérea (helicópteros), un grupo de arqueólogos que estaba estudiando la zona mediante la tecnología LIDAR (detección de luz y alcance) encontraron los restos de una antigua "ciu-dad perdida" enterrada en sus profundidades.

 

Y allí comenzó el interés de la comunidad científica para tratar de descubrir nuevos indicios de civilizaciones precolombinas, fue como el despertar del conocimientos a esa zona sumamente pobre y aislada del resto del mundo salvo por las compañías que comercializan la pesca que realizan los lugareños, muchas veces con riesgo de vida.

Pero ese descubrimiento dio pie para que los biólogos descubrieran que en ese remoto lugar se encontraran cientos de especies desconocidas o que se creían extintas. Luego de una expedición de dos semanas en la selva, escoltados por el ejército hondureño, encontraron 22 especies de plantas y animales que nunca antes se habían registrado en Honduras y tres especies de anima-les que se creía que habían desaparecido del país: cara de murciélago, la falsa serpiente coral de árbol y un escarabajo tigre que solo se había visto en Nicaragua y se suponía que estaba extinto. En total, los investigadores documentaron cientos de especies de plantas, mariposas y polillas, aves, anfibios, reptiles, peces y mamíferos, con una gran presencia de gatos, como jaguares, pumas, ocelotes, jaguarundis y margays, que viven en la selva tropical.

Se supone que la ausencia de seres humanos es la principal explicación de que esas especies eligieran este bosque para vivir, luego que los antepasados de los misquitos abandonaran la Ciudad Blanca descubierta por los arqueólogos.

Lamentablemente este descubrimiento hasta ahora no ha significado la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la re-gión, sumamente pobre, con niveles de educación, agua potable, y atención médica lamentable.

Los controles del estado no son suficiente para evitar la explotación de los habitantes por los consorcios pesqueros y el uso de esos territorios para las actividades del narcotráfico.