El túnel que demoró 100 años en construirse

005Hace pocos días se inauguró en Colombia un túnel que atraviesa una de las montañas de la cordillera de los Andes, que estaba pensado hace 100 años para unir por carretera la capital, Bogotá, con el puerto más importante del país, Buenaventura, a orillas del Océano Pacífico.

Bogotá está ubicada a 2600 sobre el nivel del mar, siendo la megalópolis más alta del mundo, y la tercera capital después de Quito y La Paz, tiene un área urbana de 377 kilómetros cuadrados y más de 8 millones de habitantes.

El puerto de Buenaventura es el más importante del país, por donde circula el 60% de la carga que entra y sale vía marítima, siendo una conexión fundamental con los países del Lejano Oriente dada su ubicación, está en una ciudad de unos 400.000 habitantes, y constituye una de las ciudades con mayor pobreza de Colombia.

La ruta que une al puerto con la capital, de unos 500 kilómetros tiene que atravesar una región con muchas diferencias de nivel, al atravesar la cordillera que en esta región está conformada por 3 cadenas montañosas, y hace que los viajes en vehículos livianos duren entre 11 y 15 horas.

Debido a ello se consideraba desde hace años de suma importancia reducir el ascenso y descenso de una montaña llamada La Línea, de 3.400 mts. de altura lo que hacía sumamente peligroso y lento el transporte, sobre todo con vehículos pesados, es así que en 1913 apareció el primer proyecto, que fue archivado, así como otros de 1929 y 1950, hasta que al comienzo del presente siglo (2005) se inició la construcción de un túnel piloto que se logró terminar en 2008, luego se reinició el túnel principal en 2009 con un concesionario que abandonó la obra en 2016, en 2018 se retomaron las tareas con un nuevo constructor, el que logró construir lo que faltaba, pero los tiempos de construcción son equivalentes a los estándares del siglo XIX )0,7 km. por año).

Finalmente el túnel de La Linea se habilitó (en una sola dirección) y es uno de los túneles más largos de América, tiene 8,6 Km. de largo, y está a una altitud de 2.400 m. sobre el nivel del mar, promete acelerar la velocidad promedio del cruce de la Cordillera en un 230% bajando el tiempo en 80 minutos para los vehículos pesados y 40 los livianos, reduciendo el tramo en 21 kilómetros, y ahorrando más de 200 accidentes de tránsito que se producían anualmente en ese tramo. Y esto es del oeste al centro, porque en abril de 2021 se espera la inauguración del segundo tramo, que dará doble sentido a la vía.

Desde el punto de vista económico, se estima que producirá ahorros en el transporte de mercaderías cercanos a los 80 millones de dólares al año, luego de superar todos las dificultades políticas y técnicas, ya que tuvo que ser construido superando 8 fallas geológicas existentes en la zona.

Y a nivel político y social se espera que este paso ayude a conformar una nación más justa y mejore las condiciones de vida de su población, que viene siendo postergada desde el nacimiento de Colombia como nación, debido a las dificultades de unir una región con otra. La frase más escuchada es “Aunque tarde, ahora los colombianos están un poco más cerca entre sí”.