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Viernes 18 de Febrero de 2022
El oso azul del Himalaya
ADAPTACIÓN LIBRE DE ANTIGUA LEYENDA BUDISTA DE NEPAL
La montaña prohibida
del Himalaya
En el Himalaya se toda su dimensión se
destaca una montaña organizan excursiones
por no haber sido esca- al monte Mardí Himal,
lada por nadie, aunque que con sus 4.500 me-
no es de las más altas ni tros de altura ofrece her-
de las menos imponen- mosas vistas de la tierra
tes, tiene 6.993 metros sagrada.
de altura y está a apenas El montañismo extre-
25 kilómetros de la ciu- mo y el entusiasmo por
dad más grande de la la ascención en el Hima-
región. Pokhara, su laya son bastante recien-
nombre es en lengua tes, y tuvo mucho que ver
nativa Machhapuchha- un soldado británico, el
En las cimas nevadas la nieve a punto de morir sencia. —Gracias por mos- re y se puede traducir Teniente Coronel James
del Himalaya, en la fron- congelado. —Cazador, te salvé la trarme el camino de la como “cola de pez”. Owen Merion Roberts,
tera entre China, Nepal y Lo agarró con sus zar- vida cuando estabas a generosidad. Este monte es un tra- quien a partir de 1958
Bután, nació hace mu- pas plateadas, lo llevó punto de morir de frío y Y,dirigiéndose a su dicional lugar sagrado abrió la zona para el tu-
cho tiempo un oso de hasta su cueva y lo envol- me prometiste que a corte con voz fime y se- de las muchas creencias rismo de montaña, el al-
pelaje azul, garras pla- vió con sus brazos gran- cambio me protegerías. gura, ordenó: que conviven en la cor- pinismo y las excursio-
nes de trekking extremo.
dillera del Himalaya,
teadas y ojos de rojo rubí. des y peludos para darle ¿Lo recuerdas? —inqui- —Liberen al oso azul que se desarrolla en va- Desde esa época,
Llevaba una vida solita- calor. Aquel cálido abra- rió el oso. y escóltenlo con todos los rios países, Bután, Chi- tanto los turistas que
ria y tranquila. Durante zo lo reanimó. Cuando el El cazador, girando honores de vuelta a las na, India, Nepal y Pakis- pueden acceder como
el invierno dormía pro- cazador abrió los ojos, se de espaldas con indife- montañas donde vive. Y tán. quienes valoramos las
fundamente en su con- asustó. Pero el oso, mi- rencia, se dirigió al rey: en lo que se refiere a este El pico en sí y la ciu- tomas panorámicas, dis-
fortable cueva y cuando rándolo con ternura, le —Majestad, aquí tie- cazador, expúlsenlo de dad pertenecen a Nepal, frutamos de un lugar
estallaba la primavera, sonrió y dijo: ne al oso que quería. Sabe nuestras tierras de inme- los lugareños lo consi- hasta entonces descono-
cido por la mayoría de
deran el lugar sagrado
la naturaleza le regala- —Cuando te encuen- hablar, pero solo es una diato, pero no le hagan del dios Shivá. los habitantes de la Tie-
ba un surtido de fram- tres bien, podrás irte a tu bestia. Puede usted ma- ningún daño. La recom- Para apreciarlo en rra.
buesas, bayas de goji, casa, pero tienes que pro- tarlo, quitarle la piel y pensa que le otorgo es su
bambúes y otras plantas meterme que no dirás a comerse su carne. Así que propia vida, ¡una recom-
frescas para alimentarse. nadie dónde vivo. yo merezco mi recom- pensa mayor que todo el
En otoño, en cambio, co- —Te lo prometo — pensa. oro del mundo!
mía miel, bellotas, nue- contestó el cazador. El rey y el oso se mira- Escoltado por los sol-
ces y castañas que él mis- Mientras bajaba de ron a los ojos. dados del rey, el oso azul
mo recogía de los árbo- las montañas, el deseo —Majestad —dijo el volvió a las montañas del
les. Era un oso tan extraor- de riqueza volvió a apa- oso—, usted puede cas- Himalaya y vivió en paz y
dinario que los reyes te- recer en su mente y al tigar a este hombre si lo libertad el resto de sus días.
nían pensadas grandes re- llegar a la ciudad, fue cree conveniente, pero Cuenta la leyenda que
compensas a quien logra- corriendo a contárselo al por favor, no le haga nin- este oso fue visto por al-
ra capturarlo. rey. Al día siguiente, un gún daño. gunos monjes del Tíbet
Un día de invierno, un grupo de cazadores de la Después de un largo durante sus largos reti-
intrépido cazador salió casa real se dirigió a las silencio, el rey tomó una ros en las montañas del
en busca del oso azul, montañas para capturar corona de flores y, col- Himalaya, pero de eso
pero a mitad de camino al oso azul. gándosela al cuello al hace ya muchos, muchos
cayó una tormenta de Cuando estuvo delan- peculiar ejemplar, dijo: años.
nieve muy fuerte y se te del rey, el oso dijo:
perdió en el bosque. Des- —He sido traiciona-
pués de andar mucho do, Majestad. Salvé la vida
rato, al ver que no halla- del cazador y a cambio le
ba el camino de vuelta, pedí que no explicase a
empezó a gritar: nadie dónde tenía mi cue-
—¡Socorro, socorro, va. Pero por culpa de vues-
socorro! tro oro ha faltado a su pa- El pelo gris es señal de
Aquellos gritos deses- labra y eso lo hará muy vejez, no de sabiduría
perados despertaron al infeliz. Lo siento mucho.
oso azul de su sueño in- El rey quedó muy con-
vernal. El sufrimiento de movido por las palabras
aquel hombre le rompió del oso. Mejor morirse de risa
el corazón. Un poco ador- —¡Que venga el ca-
milado, salió de la cueva, zador inmediatamente! que de miedo.
fue a buscarlo, y lo en- —ordenó. Y la guardia
contró casi sepultado en real lo llevó ante su pre-