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Viernes 15 de Mayo de 2020
La vuelta a la cocina natural en el
primer mundo. ¿Tomaría sopa de ortiga?
La historia de hoy es consecuencia de un relato que la periodista
de viajes Jessica Vincent, británica de pura cepa hace para la BBC
describiendo cómo se acercó a la cocina ancestral debido al
aislamiento y, evidentemente, a su curiosidad.
Goleta Gringo: la casa flotante de la
familia que costó USD 1.500 y es uno
de los barcos más viejos del mundo
Una familia vive y navega por el
norte de Brasil en el segundo
barco más antiguo del mundo
que aún funciona.
Su propietario: Fernando Zuccaro,
oriundo de La Plata, República Argen-
tina le contó a Infobae cómo lo obtuvo
y algún otro detalle.
“Lo compré por 1.500 dólares,
como chatarra en 1990 en el rio Luján
(Tigre, Provincia de Buenos Aires),
entonces se llamaba Pegli. Lo saqué
a tierra para repararlo. Media bodega
estaba llena de barro, ratas, restos de
Ajo silvestre en plena floración.- zapatillas… Todo lo que arrastra el rio
Luján. Me pasé dos días sentado en
Es así que, según ella dice, en una rece que en una época la vida de la el astillero mirándolo y pensando qué
mañana de abril inusualmente calu- gente dependía de esos vegetales. hacer. Pero era tan perfecto que no lo
rosa en Colchester, Inglaterra, locali- Las investigaciones antropológi- podía dejar morir”.
dad a unos 90 km de Londres, que cas indican que unos 700 mil años Le llevó seis meses repararlo. ¿El
fuera la capital de la tribu celta de los antes de Cristo había cazadores-re- resultado? Un barco de casi 30 me-
trinovantes y la ciudad más antigua colectores que recorrían Gran Breta- tros de alto y 38 de largo, con un cala-
de Inglaterra, decidió hacer su menú ña actual en busca de nueces, frutas y do de tres metros. Le puso una quilla
basado en los alimentos que pudie- hojas comestibles como castañas, como refuerzo y restauró cada parte
ra recoger en el monte cercano a su manzanas silvestres, bayas y hongos. con sus propias manos.
casa en la campiña de Essex. La introducción del cultivo hace ¿Por qué lo rebautizó Goleta Grin- rante varios años, en esa época los
El menú elegido, con ayuda del li- 13.000 años logró que se perdieran go? “Gringo loco” le decían a él cuan- contrataban para acciones publicita-
bro de David Squire “Búsqueda de con el tiempo las costumbres de la do lo veían martillar esa bola de cha- rias.
alimentos silvestres”, fue: sopa de or- comida silvestre y la búsqueda del ali- tarra. Pero cuando el barco tuvo un La familia hoy está constituida por
tiga, ñoquis con pesto de hojas de mento. mástil y volvió al agua, la gente dejó Fernando, su esposa Bárbara, Juan
diente de león, ravioles de ajo silves- Pero no hace tanto tiempo, en de llamarlo “loco”. Y no solo le decían el hijo de ambos que nunca vivió en
tre y ortiga, de postre, galletas de flor 1939, durante la Segunda Guerra Mun- “Gringo” a él, sino también a su bar- una casa, Aquiles –hijo de Fernando
de diente de león. dial los británicos temían volverse de- co. Es una goleta porque tiene más de una pareja anterior– y Maxi, un so-
brino
de dos palos.
El recuento de los platos exóticos ficientes en vitaminas al faltar las fru- Fue construido en el Astillero Ron- Sin embargo, hace tres años, Fer-
probados por la periodista en su de- tas importadas como las naranjas, callo de Génova (Italia) y se llamaba nando temió que la crisis económica
rrotero nos hizo enterar que en Sicilia entonces el Ministerio de Salud reco- Luigino Palma, antes de Pegli. Fue bo- volviera a afectarlo como a fines de
consideran un plato exótico algo que mendó consumir rosa mosqueta. tado en 1886. “Es un barco que nave- los 90 y con su familia decidió zarpar
en nuestras mesas no es extraño: También descubrieron en ese gaba cargado. ¡Traía hasta 350 tone- a Brasil. Desde entonces, recorren
chinchulines de ternera a las brasas tiempo que ciertas bellotas y la raíz de ladas! Salía de la Toscana con már- sus costas en dirección al norte.
y se llaman estigghiol, y que en algún diente de león constituían un sustitu- mol de Carrara que descargaba en Ir- “Nada nos limita. Tenemos las como-
lugar de ciudad de México todavía se to del café y proporcionaban hierro y landa. Ahí se llenaba de carbón de pie- didades de una casa: cámara frigorí-
puede comer lo que los emperado- calcio. dra y venía a la Argentina. En el puerto fica, heladera, microondas, horno de
res aztecas, el ahuautle y ¡enseñan a Finalmente halló a pocos metros de La Plata lo llenaban de trigo y zar- ladrillo, lavarropas… Tenemos seis
prepararlo! de la ortiga un matorral de diente de paba de vuelta al Viejo Continente”, camarotes dobles con baños y ducha,
Pero volviendo a la británica bús- león florecido y casi al lado una fuente cuenta Fernando y agrega que muchos además de dos camarotes cuádru-
queda de la cronista en su típica ces- importante de ajo silvestre, con lo que inmigrantes llegaban a Río, Montevi- ples. Las camas son grandes. Vivi-
ta de mimbre (nos hace acordar de completó la recolección y marchó a deo o La Plata en el Pegli, pero no mos sin cerradura. No hay ruidos de
Caperucita Roja, ¿verdad?) que dice preparar su festín. como pasajeros, sino entre la carga. bocina. Y recién estábamos almor-
recuperar recuerdos de su infancia, ¿Ortiga con sabor a espinaca? Vive desde hace doce años con su zando en la popa mientras los delfi-
cuenta en su artículo como previa a familia en la Goleta, que estuvo fon- nes saltaban a nuestro alrededor”,
su experiencia, que de niña su abue- Resulta que la ortiga pierde su deada cerca del puerto de La Plata du- detalla.-
la la llevaba a recoger moras en un aguijón ni bien se cocina y ella dice
parque cercano a su casa, práctica que le dio a la sopa un delicioso sa-
que perdió al comenzar su vida adul- bor a tierra similar a la espinaca coci-
ta en Londres. da.
Comencemos a repasar la expe- Las hojas de diente de león com-
riencia de Jessica: cuenta que a cin- binadas con tomates cherry, albaha-
co minutos a pie de la puerta de su ca y ricota dieron un resultado no del
casa encontró la primera planta de todo agradable (algo amargo y con
ortiga (urtica dioica en términos cien- gusto a hojas verdes).
tíficos), “una hierba de aspecto feroz, Pero los ravioles de ortiga fritos con
con miles de pelos afilados” y dijo manteca, puerros y nuez moscada
que le trajo recuerdos de haber caído quedaron con un sabor que le recor-
en una zanja y quedar con brazos y daba a los hongos silvestres.
piernas cubiertos por una erupción Finalmente el postre resultó bas-
abrasadora cuando tenía 12 años. tante delicioso al mezclar las flores de
Pero con los cuidados convenientes diente de león con vainilla y miel.
marchó con su canasta. La experiencia de la autora nos
En ese momento una curiosa le ilustró bastante acerca de los antepa-
preguntó qué estaba haciendo y cuan- sados que habitaron los puntos más
do le dijo que estaba recogiendo orti- importantes del hemisferio norte (o los
ga para hacer una sopa le contestó: más cercanos a nosotros) y nos pue-
“No estoy segura de que suene ape- de llevar a la experiencia de encontrar
titosa” y no preguntó más. sustitutos a los alimentos actuales de
una variedad muy importante entre la
En épocas remotas, la comida vida de los montes.
provenía del bosque
En nuestros campos también hay
La reflexión es que el uso de las gran variedad de frutos, bayas y hojas
“malas hierbas” como alimento no es comestibles con las que se preparan
muy frecuente en la cocina de Gran platos muy sabrosos, pero será ma-
Bretaña actual, pero sin embargo, pa- terial para otro artículo.-

