150 paracaidistas con sus familias se quedaron sin su salto, lo que tuvo un alto costo para la organización coloniense y para quienes se prepararon para participar, procedentes de países europeos, Estados Unidos, Asia, América del Sur. Gastaron más de 2.500 dólares en un pasaje, además de contratar estadías. Aseguran que todo se debió a comentarios sobre la utilidad de los aviones Hércules para apagar incendios y otras actividades que habrían estado sobre el tapete. Parecería que el Hércules KC-130H afectado a la tarea sería uno de los aviones comprados por 22 millones de dólares a España con 49 años de servicio.

Adrián Weiszman, integrante de la organización, aporta toda la información sobre el contrato firmado, qué implicaba para la Fuerza Aérea y para los paracaidistas.

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