Silvia Hernández es productora agropecuaria y por dos años fue diputada por el Partido Nacional. Quiere volver a la Junta Departamental
Flexibilización del trabajo en el campo, caminería y la mujer rural. Intendencia y atención al público: ¿todos pueden acceder a la web?
Silvia Hernández, desde la óptica de una mujer que ha trabajado codo a codo con su familia en el campo y ha viajado por dos años al Parlamento, responde y analiza aspectos de la política que tienen que ver con su vida.
Acompaña a Ricardo Planchón en la Lista 401.
Silvia Hernández integra la lista 401 a nivel departamental, acompañando a Ricardo Planchón, en el cuarto lugar de suplencia a la Intendencia de Colonia. “Mi lista es la 401, acompañando a Ricardo Planchón. Estuve en una época con Planchón, venía de la lista 400 y después, por así decirlo se hizo un cruzamiento con la lista 3904 en el otro periodo, en la que iba cuarta y quede como suplente de diputado, trabajé estos dos últimos años como suplente de Edmundo Roselli, que no pudo hacerlo por problemas personales y hasta enero me desempeñé en esa función. Me quedó una experiencia inolvidable con muchas vivencias y muchas reuniones de bancada. Inclusive tuve el aporte, como mi consejero, de Álvaro Delgado.
Es conocido el trabajo de Silvia Hernández como productora rural en la zona de San Pedro, llevando a cabo también la conexión con los grupos de mujeres rurales. “Tenemos pensado con Ricardo Planchón, crear una Dirección de la Mujer rural, tomando el modelo de otros departamentos donde esta dirección existe y de esa manera estar más conectados.
Hoy he mantenido los contactos con la primera dama por una donación de lana, con una respuesta muy buena.
Ella ya está trabajando departamento por departamento y tenemos prevista una visita de ella, de la que informaremos. La idea es conectarnos con ella en el programa que tiene, porque ya realizó el lanzamiento de lanas uruguayas.
¿Qué espera ofrecer trabajando en el plano de la mujer rural?
-Pienso que en el lugar que estoy, hay mucho para dar. Nunca es tarde para aprender. Se pueden llegar a hacer otras cosas, podría decir algo parcial que queda por emprender, pudiendo llegar a la mujer que vive en el medio rural de otra forma.
Muchísima gente, entre ellas señoras con hijos a cargo, trabajan duramente en tambos, y su labor a veces es desconocida cumpliendo los horarios que llevan. Es de destacar, cómo se hacen el tiempo y no son valoradas.
¿Cómo se puede mejorar la situación de las mujeres rurales que viven con sacrificio?
-Yo pienso que hay gente que está muy sacrificada, también hay personas que están con todo, en caja, documentadas, pero hay muchas personas entre las cuales me incluyo, que hemos estado trabajando como amas de casa y en el campo, y hoy, no vamos a ser reconocidas. No estoy muy de acuerdo con la totalidad de la ley del trabajo rural, porque hay personas que son abusadoras en contra de los propietarios, patronas o como le quieran llamar y no debe existir el abuso.
Creo firmemente que el patrón y el empleado deben acompasar un poquito el trabajo y no tanto mirando el reloj.
A mí me ha pasado y lo cuento tal vez con orgullo, que he tenido un animal dando cría, el empleado mira la hora, se va y el patrón se tiene que quedar solo en el trance.
La reglamentación del trabajo rural debiera ser más elástica. Siempre se está con el tema de las horas extras. Pero, en muchos casos, el día que llueve los patrones contemplan que sus empleados no agarren mojaduras y realicen su trabajo en los galpones. Son tiempos difíciles, pero tienen que poner los dos las cosas en la misma balanza.
Es muy diferente, que estén trabajando el matrimonio y sus hijos y estar codo a codo marido y mujer, que el patrón que no vive en el campo y recibe los datos porque se lo contaron. Cuando uno palpa las cosas mano a mano y se trabaja juntos es distinto.
Hay mucho para hacer, es un departamento muy diversificado. La campaña sigue trabajando en tiempos de pandemia, porque por ejemplo en mi caso empecé en la cosecha de maíz y de sorgo, estábamos en plena pandemia, había que estar cuidándose, veía arrancar los camiones cargados y se me llenaban los ojos de lágrimas por la satisfacción de poder dar trabajo y ayudar de esa manera a muchísima gente, pudimos hacerlo en tiempo y forma.
No se puede cerrar las puertas de un campo por quince días, la cosecha no espera. Eso fue lo que subrayó el Presidente de la República, conociendo el interior, porque él sabe mucho de la realidad agropecuaria, de ahí su reafirmación sobre que la cuarentena total, no la podíamos hacer. El país no se podía parar.
¿Cómo coordina su trabajo una mujer rural con un trabajo legislativo?
-A mí me tocó durante cuatro años, estar yendo a Montevideo y viniendo por razones laborales. Conocí mucho. Pero iba martes, miércoles y jueves a Montevideo y los otros días estaba trabajando en mi casa, en mi empresa, en el tubo con los animales, con el veterinario, con el ingeniero agrónomo.
Vuelvo a insistir: nunca es tarde para aprender. Lo digo con mis 63 años, porque en casi todo rubro se puede. Yo tengo escuela terminada y dos años de liceo. Me casé y trabajé veintiocho años en una empresa familiar. Hace trece años que trabajo junto con mi marido y mis hijos, codo a codo, en una empresa rural. Recién a los 50 años entré a un banco, a un cajero automático.
¿Cuáles son los apoyos que se pueden lograr?
-Lo que recuerdo, es que cuando era niña había muchas asistentes sociales que recorrían mucho más las zonas rurales. No sé bien si hay destinadas o se tienen que pedir o no. A veces faltan visitas, de una asistente social, a ver cómo vivimos o lo que necesitamos.
Porque nuestro departamento es muy diverso, pero tiene zonas muy apartadas. Se tiene que tener en cuenta el sacrificio que se hace para tomar un ómnibus, los chicos van a estudiar a veces lejos o viajan con sus padres en una motito expuestos al frío. Recuerdo cuando empezaron los vehículos hace años y venían a hacer recorridos, pero al día de hoy, hay chicos que hacen hasta diez kilómetros en bicicleta y después volvían a la noche, porque tenían que cumplir con horas de gimnasia u otras materias.
Cuando uno llega a un centro como es Colonia del Sacramento, confirma que allí no se tiene ni idea de cómo son las zonas rurales, las distancias que se recorren en las zonas rurales.
Colonia del Sacramento a veces un poquito discrimina, que los del campo somos del campo. Uno contacta con gente de las ciudades, y tienen otra visión, en todas.
En estos días tuve reunión con los vecinos por el tema de la Escuela Salesiana, porque se cierra en noviembre. Esta escuela pertenecía a la UTU de Tarariras. Yo sigo embarcada en la representación de las zonas rurales.
Tengo gente en Carmelo, que me está dando una mano. Tengo gente en Nueva Palmira, también. Tuve comunicación con una compañera de la zona de mujeres rurales cercana, para coordinar una donación de lana que existe en la estancia presidencial, y la compañera me derivó a la zona de Polanco.
También estamos trabajando en el tema de la descentralización del cobro de patentes.
¿Por qué nunca se aplicó debidamente el sistema de descentralización de patentes?
-Estuvimos trabajando el tema con Falero, que estuvo hace unos pocos días en el lanzamiento de la lista 12 en Colonia, y hablábamos sobre la descentralización.
De esa conversación podemos decir que nunca se llevó bien la descentralización anunciada por la Intendencia de Montevideo. Todo queda para Montevideo y Canelones, una gran masa para las obras, y a los otros departamentos muy poco. No toman en cuenta que en el interior es donde más camiones y otros vehículos andan.
¿Proyectos trabajando con Ricardo Planchón?
-Ricardo está trabajando en los rubros residenciales y hogares de ancianos. Yo estoy muy de acuerdo en eso. Hay que acompañar y hay que ver lo que se necesita.
También estamos trabajando en el tema de las plazas públicas y sus espacios cuidados con un sereno.
Hay mucho que hacer y Ricardo ha recorrido mucho las zonas rurales, porque muchos jóvenes han concurrido por las pasantías y pasajes. Él está muy compenetrado en esos temas.
En el equipo ha integrado a Richard Cáceres, como director de obras. Hemos notado, sobre todo en las zonas rurales, la falta de un buen director de obras, que se haga presente.
Hay mucho tránsito de camiones, sobre todo los camiones de recolección diaria de leche, que no pueden parar. Suele pasar que los camiones a veces se van abajo, y los vecinos se muestran muy desconformes.
El personal no acompaña bien los trabajos y por eso falta un poquito más de responsabilidad en lo que se hace. El dinero es del pueblo del departamento.
Se debe hacer hincapié que no se vuelca directamente el dinero recaudado por las intendencias para la caminería rural.
Eso es un debe de arriba y ha surgido porque la propia OPP lo ha notado. Hoy hay cosas que sí se saben.
Estamos muchos en ésto y digo que no es fácil la política. Además, tenemos presente en otro orden de cosas, que los funcionarios municipales tienen que llegar a un nivel de capacitación por el tema de la atención al público. Lo notamos en varias funciones, que no se atiende como es debido.
Hay gente que no usa su adecuado distintivo e inclusive una buena ropa, que no cuesta nada y además explicar en buena forma los trámites.
Hay personas mayores, que no manejan un celular ni se amigan con la tecnología y merecen atención.
No deben sacárselos de encima, diciendo que está todo en la web. Eso es como faltarles el respeto, porque si la persona trabaja y paga sus impuestos merece ser atendida.
En el medio rural carecemos mucho de Internet todavía. Además no se debe perder el contacto humano vía gente, no vía Internet.
Es imprescindible el contacto para conversar e intercambiar ideas y me parece que estamos usando mucho "no te atiendo" con excusas. "No, porque lo podés hacer en la web" y no se están adecuando las cosas, desconociendo que la gente no está en ese trabajo, por lo que entiendo que se debe profundizar la política de adecuación a la tecnología, al tiempo que se acompañe a quienes por su edad o diferentes carencias no están en situación de acceder a las Tics.-