El LATU y Latitud se asociaron para poner en valor las lanas gruesas. Se estima que en nuestro país se acumulan 30 millones de kilos de lana que no se vende y la mayor parte corresponde a lanas gruesas. Por ello trabajan en el desarrollo de un nuevo aislante térmico y acústico que se pueda utilizar en la construcción y en la cadena logística.
Investigan el uso de la lana de oveja en forma de paneles, a granel o en diversos grados de compresión, para aprovechar sus extraordinarias propiedades como aislante, su condición ignífuga y su resistencia al vapor, ya que es capaz de absorber humedad y luego liberarla sin afectar sus cualidades. En esta línea, con el apoyo de la ANII el LATU y Latitud trabajan desde fines del pasado año con la firma Tops Fray Marcos S.A., que tiene su planta en Libertad. La meta es crear mantas térmicas para su uso en la industria de la construcción y en la logística.
Se han realizado ensayos de gramaje, finura y conductividad térmica sobre seis mantas térmicas elaboradas, en base a los resultados se fabricaron tres nuevas mantas térmicas. Se planifica agregar el ensayo de fuego y el ensayo acústico, para lograr un producto de excelencia que actualmente no existe en Uruguay, con un enfoque de economía circular para aprovechar toda la lana producida.
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