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Viernes 26 de Mayo de 2023
Cruzando el río
ADAPTACIÓN LIBRE DE ANTIGUO CUENTO ORIENTAL ANÓNIMO
Pide y recibirás, busca
y encontrarás; llama
y se te abrirán las puertas.
ANÓNIMO
La vida, en realidad,
es una calle
de sentido único.
AGATHA CHRISTIE
No se puede encontrar
la paz evitando la vida.
VIRGINIA WOOLF
Un anciano maes- una mirada profunda cendía, se le caía el río? ¿Por qué? ¿Por
tro zen y dos discípu- a cada uno de ellos vaso de agua que sos- qué no le has dicho
los llamados Alcides sin decir nada. Des- tenía entre sus ma- nada? ¡Y no me digas
y Santiago transita- pués de un tenso mi- nos, no recordaba lo que la respuesta está La felicidad no brota
ban en paz y silencio nuto de dudas, que que había ido a bus- en mi interior porque de la razón sino
por un largo camino. se volvió largo, uno car al minuto, trope- ya no puedo escuchar
Hacia el mediodía lle- de los discípulos, Al- zaba con la raíz de un ni ver nada con clari- de la imaginación.
garon a un río y vie- cides, avanzó y to- árbol del jardín... Su dad! ¡Necesito enten- IMMANUEL KANT
ron a una chica muy mando a la mujer en mirada siempre en- der, dame una res-
bonita e interesante brazos, la ayudó a cru- contraba el rostro puesta, por favor!
sentada tranquila- zar el río entre sonri- impasible y ecuánime El anciano, dedi-
mente con los pies en sas, caricias y mucha del anciano, que lo cándole una mirada
el agua. La chica con- complicidad. observaba sin emitir integral de rigor y be-
templaba receptiva y Una vez llegaron al juicio ni palabra. nevolencia, le res-
seductora a los tres otro lado del río se Tres días después, pondió con serenidad
caminantes. dieron un beso tierno la tensión llegó a ser y contundencia, mos-
Los discípulos em- y se despidieron sin tan dura, que el chico trando toda su sabi-
pezaron a mostrarse dejar de mirarse. Al- se dirigió hacia el duría:
nerviosos ante tanta cides se dio media maestro y le increpó -Tu hermano ha to-
belleza. Los dos que- vuelta y continuó el con rabia: mado la mano de
daron embelesados camino con Santiago -¿Por qué no le has aquella mujer a un
por el atractivo ra- y el maestro. dicho nada a mi her- lado del río y la ha
diante del cuerpo de Santiago, que se mano Alcides, que soltado cuando ha lle-
la joven y por la bri- había quedado junto rompiendo las reglas gado al otro lado. Tú
llantez de su mirada. al maestro, no deja- de la sobriedad ha has tomado la mano
Poco a poco se fue- ba de lanzar interro- encendido el fuego de aquella mujer a un
ron acercando, dejan- gadoras miradas al del erotismo con lado del río y aún no
do al maestro en un silencioso e impasible aquella chica en el la has soltado.
segundo plano. anciano que solo ob-
Ella, con actitud servaba.
seductora, sacudió su Pasaban las horas
profusa cabellera, los mientras avanzaban
miró y les dijo: silenciosos recorrien-
-¿Quién de los dos do las montañas y
podría ayudarme a valles. Santiago real-
cruzar el río? mente lo estaba pa-
Los muchachos se sando muy mal pero
miraron y dirigieron no expresaba nada. Cayó piedra sin llover
un gesto interrogan- Por la noche, cuan-
Agua que no has de beber,
do al maestro que do llegaron a la casa,
observaba impávido sus movimientos de- déjala correr
lo que estaba pasan- lataban su estado in- Al pan pan y al vino vino
do. terno: se quemaba
El maestro lanzó con el fuego que en- Un aplauso para el asador