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La cantinela del viejo canguro
VERSIÓN LIBRE DE CUENTO DE RUDYARD KIPLING
Quiéreme sin preguntas,
que yo te querré
sin respuestas.
ANÓNIMO
La violencia es el miedo
a los ideales del otro.
MAHATMA GANDHI
Ningún precio es demasiado
Hace años, muchos mente popular… y rá- No había puente agradecido a Dingo pe- alto por el privilegio
años, el canguro no era pido, muy rápido. Re- para cruzar, ni barca, rriamarillento? ¡Con de ser uno mismo.
como hoy lo conoce- cuerda, antes de las 5. ni barquero. Así que el todo lo que ha hecho
mos. Era gris, lanudo y Nquong dio un sal- canguro se impulsó so- por ti! FIEDRICH NIETZSCHE
tenía cuatro cortas pa- to y le dijo: bre sus doloridas pa- Y el cansado y viejo
tas. Pero sobre todo, –Está bien. Lo haré. tas traseras y dio un canguro respondió:
poseía un orgullo des- El dios llamó enton- tremendo salto. ¡No –Me ha hecho co-
mesurado. ces a Dingo, un perria- tenía más remedio! rrer por todos los lu- Si es bueno vivir,
Un día acudió a ver marillento que siem- Siguió saltando. Pri- gares de mi infancia, todavía es mejor soñar,
al pequeño dios Nqa a pre estaba hambrien- mero un metro, des- me ha hecho perder
las 6 de la mañana. Y to, y le indicó: pués tres. Saltó hasta las horas de mis comi- y lo mejor de todo,
le pidió lo siguiente: –Dingo, ¿ves aquel cinco metros. Sus pa- das y ha hecho que despertar.
–Antes de que den animalejo gris y lanu- tas se fueron alargan- cambie tanto que aho- ANTONIO MACHADO
las 5, quiero que me do que baila sobre un do y fortaleciendo. ra no podré regresar.
hagas diferente al res- foso de cenizas? Quie- No podía descan- –¡Vaya! ¿No me pe-
to de animales. re ser muy popular y sar, porque Dingo, el diste que cambiara tu
Pero Nqa le respon- veloz, muy veloz. perriamarillento, no forma antes de las 5?
dió: ¿Puedes ayudarle? paraba de correr, y era Eso hice…
–¡Déjame en paz! –¿Esa cosa gatico- porque… ¡no tenía Si no te gusta, pue-
Y el canguro, orgu- nejada que baila, di- más remedio! do devolverte tus an-
lloso como era, no su- ces? Con mucho gusto Levantaba las patas tiguas patas. Solo ten-
plicó más. Dio media lo haré… delanteras y saltaba go que silbar a Dingo
vuelta, comenzó a bai- Y el perriamarillen- con sus largas patas y…
lar sobre las rocas y to corrió a la caza del traseras. Estiraba la –¡No, no! Las patas
fue en busca del dios canguro. cola al saltar para no traseras están bien así.
mediano, Nquing. Lle- Y el canguro gris y perder el equilibrio. Lo que quiero decir es
gó y le dijo: lanoso salió corriendo ¡No tenía más reme- que estoy realmente
–Antes de que sean a la mayor velocidad dio! hambriento. No he po-
las 5, hazme un animal que le permitían sus Dingo se pregunta- dido comer nada en
diferente al resto. Y haz- cortas patas. ¡No te- ba cuándo pararía de todo el día.
me también muy popu- nía más remedio! saltar el canguro. Y el A partir de enton-
lar. Antes de las 5. Corrió hasta que le canguro por su parte ces los canguros de
Y el mediano dios dolieron las cortas pa- se preguntaba cuándo toda Australia dejaron
Nquing también le tas delanteras. Pero el pararía Dingo de per- de utilizar las patas de-
contestó: dingo perriamarillen- seguirlo. lanteras para caminar.
–¡Déjame en paz! to, siempre hambrien- Hasta que dieron Con el tiempo, su
Pero el canguro gris to, no dejaba de co- las 5. Justo entonces, cuerpo fue evolucio-
y lanudo, siendo des- rrer tras el canguro, y apareció de sorpresa nando y se volvieron
mesuradamente orgu- él también tuvo que el gran dios Nquong. Y más cortitas mientras
lloso, ni se molestó. seguir corriendo. ¡No Dingo paró, se sentó y que las traseras se hi-
Bailó sobre un arenal tenía más remedio! aulló. Y el viejo cangu- cieron fuertes y elásti-
cercano y fue en bus- Corrió hasta que le ro dejó de saltar. Y al cas como resortes.
ca del gran dios dolieron las cortas pa- fin se sentó, con su Hoy en día los can-
Nquong. tas traseras. cola estirada hacia guros han perfeccio-
Llegó a las 10 de la Pero Dingo perria- atrás. nado tanto el sistema
mañana, justo antes marillento seguía –¡Gracias a Dios de salto que son capa-
del almuerzo. Y le dijo: hambriento, y no de- que terminó todo! - ces de recorrer gran-
–Antes de las 5 de jaba de correr. suspiró. des distancias a velo-
la tarde, hazme dife- Y ambos continua- –¿Cómo? -pregun- cidades de hasta 70 ki-
rente al resto de ani- ron corriendo hasta tó el gran dios Nquong. lómetros por hora.
males, extraordinaria- llegar al río Wollgong. –¿Es que no estás Increíble, ¿verdad?