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Viernes 21 de Enero de 2022
Los Juguetes
ADAPTACIÓN LIBRE DE CUENTO DE JUAN JOSÉ MOROSOLI
Juan José Morosoli
Breve biografía
Nació en Minas, ca-
pital del departamento
de Lavalleja, en 1899. Su
padre fue Giovanni Mo-
rosoli Quadri, albañil que
arribó a Uruguay desde
Tesino (Suiza italiana) y
su madre María Porrini.
Su infancia y su adoles-
cencia estuvieron marca-
das por dificultades eco-
nómicas, por lo que ape-
nas cursó dos años de
educación primaria.
A los nueve años co-
menzó a trabajar en el "Pepe"), La Unión y la
bazar y librería de su tío revista Minas.
materno como mandade- El 18 de mayo de
ro y después como ven- 1929 se casó con Luisa
dedor, entre muchos Lupi, con quien tuvo dos
otros oficios. En esa li- hijas: María Luz y Ana
brería comenzó su for- María.
mación autodidacta. En Falleció en su ciudad
1920 instaló una peque- natal el 29 de diciembre
ña provisión junto a dos de 1957, víctima de un
socios. Al año siguiente infarto. En 1959 se le
de nuevo instalaron el otorgó póstumamente el
Café Suizo, donde exhibían premio Nacional de Li-
cine mudo y se formó una teratura 1957-58.
tertulia literaria. En 1923 Como forma de ho-
compró un almacén y ba- menajearlo, en 1992 se
rraca donde trabajó el creó la medalla "Moro-
Cuando mi madre bía jugado siempre con viva y trepidante. unas listas de luz don- resto de su vida. soli", símbolo del Movi-
estuvo enferma, noso- piedras, con tierra, con La leche espumosa de danzaba el polvo. A partir de 1923 rea- miento Cultural Minua-
tros salimos de nues- perros y con niños. Pero y el pan casero, suave Las ratoneras en- lizó trabajos periodísti- no, y en 1995, la estatui-
tro hogar. Mi abuela se nunca con juguetes y dorado, nos acercaba traban y salían por to- cos en publicaciones de lla "Morosoli" y los pre-
su ciudad natal: El De- mios Morosoli. Estos
llevó a mis hermanos como aquellos. Como a todos a la mesa como dos lados, pues allí
partamento (periódico galardones son entrega-
más chicos y yo fui a la no podía vivir allí, mi a un altar. había muchísimas. creado con los socios de dos anualmente por la
casa, que era la más padrino don Bernardo Nuestras mañanas En casa de mi padri- la cafetería y en el que Fundación Lolita Ru-
lujosa del pueblo. Mi me llevó a su casa. transcurrían en el gra- no supe que los jugue- firmaba sus notas como bial.
compañero de banco En lo de mi padrino nero oloroso de alfal- tes y los juegos que
en la escuela vivía allí. había vacas, mulas, ca- fa. De unos agujeros hacen felices a los ni-
La casa no me gustó ballos, gallinas, un hor- altos, que el sol perfo- ños no están en las ju-
desde que llegué. no de cocer pan y un raba, caían hacia el piso gueterías.
La madre de mi cobertizo para guardar
compañero era una el maíz y alfalfa. La co- (*) botica: nombre antiguo de las farmacias
señora que andaba cina era grande como
siempre recomendan- un barco. En el centro
do silencio. Los criados tenía un picadero de
eran serios y tristes. leña enterrado. Cerca
Hablaban como en se- de la chimenea, una
creto y se deslizaban llanta de carreta reunía
por las piezas enormes pavas, parrillas y hom- Caer está permitido.
como sombras. Las al- bres. Pájaros y gallinas
fombras atenuaban los entraban y salían. Levantarse es obligatorio.
ruidos y las paredes te- Mi padrino se le-
nían varios retratos de vantaba a las 5 de la
hombres graves, de ca- mañana, y comenzaba Para viajar lejos, no hay
ras apretadas por lar- a partir la leña. Los gol-
gas patillas. pes que daba con el mejor nave que un libro.
Los niños jugaban hacha resonaban por Emily Dickinson (1830-1886)
en la sala de los jugue- toda la casa. Una vaca
tes sin hacer ruido. mimosa venía hasta la
Fuera de aquella sala puerta y mugía apenas
no se podía jugar. Esta- lo veía. Luego, un con- En tierra de ciegos
ba prohibido. Los ju- cierto de golpes, bali- el tuerto es rey.
guetes estaban alinea- dos, gritos, cacarear y
dos cada uno en su lu- batir de las alas, con-
gar, como los frascos movía la casa. A veces Quien tiene tejado
en las boticas(*). al entrar en las piezas,
Parecía que con el vuelo asustado de de vidrio, no tire piedras
aquellos juguetes no un pájaro que se sor- al de su vecino.
hubiera jugado nadie. prendía nos paraba in-
Yo hasta entonces ha- decisos. Era una casa