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                                                                Viernes 9 de Diciembre de 2022
                         El brazalete espacial



              ADAPTACIÓN  LIBRE DE CUENTO INFANTIL DE BOSQUE DE LAS  FANTASÍAS












                                                                                                                   El mundo sufre mucho,
                                                                                                                      no por la violencia
                                                                                                                    de las malas personas
                                                                                                                      sino por el silencio
                                                                                                                   de las buenas personas.

                                                                                                            NAPOLEÓN BONAPARTE




                                                                                                                     El futuro pertenece
                                                                                                                    a aquellos que creen
                                                                                                                en la belleza de sus sueños.

                                                                                                            ELEANOR ROOSEVELT



                                                                                                                      La conquista propia

                                                                                                                        es la más grande
           Érase una vez un niño    Así, cuando estaba a  demasiado por miedo a  bajo  —le    recordó
        llamado Teodoro muy in-  punto de darse por ven-  pisar a alguien, pero aun  mamá—. ¿Ya has visto                de las victorias.
        teligente y alegre, aun-  cido, encontró la clave  así se divirtió de lo lindo  que no se trata de la altu-  PLATÓN
        que muchas veces se po-  para hacer un brazalete  mirando todo.         ra sino de aceptarnos tal
        nía muy triste porque a  en un libro que hablaba   Además, Teodoro      como somos?
        pesar de sus 8 años, no  de cuestiones futuristas  hizo volar una cometa   —Tienes     razón,
        era tan alto como el res-  y científicas. ¡Era genial!  azul y se asomó al cielo  mamá —reflexionó Teo-         Dime y lo olvido.
        to de sus amigos.       ¡Al fin iba a ser tan alto  para adivinar las diverti-  doro—, mi altura no te-
           —Aun te quedan mu-   como un árbol!          das formas de las nubes.  nía nada de malo. Aun-           Enséñame y lo recuerdo.
        chos años más para cre-    Con ayuda de sus pa-  Pero no todo fue bueno,  que ahora no puedo vol-
        cer —decía su mamá      dres, que eran ingenie-  porque se sintió aquel día  ver a ser bajo porque no      Involúcrarme y aprendo.
        siempre pacientemente.  ros y lo apoyaban en    un poco solo al verlo todo  hice un botón en mi má-  BENJAMÍN FRANKLIN
           Pero para Teodoro el  todo, Teodoro pudo al  desde tan arriba, y no po-  quina mágica para vol-
        tiempo pasaba demasia-  final construir su braza-  día escuchar bien lo que  ver atrás.
        do lento, y él quería ser  lete.                le decían. Aun así, esta-  —Creo que tendrás
        ya lo suficientemente      Estaba realmente fe-  ba muy feliz de ser tan  que destruir tu brazale-
        alto como para alcanzar  liz con su brazalete casi  alto, y es que… ¡se había  te, tal vez así funcione —
        todos los estantes de la  espacial, y eso hizo que  cumplido su deseo!  dijo preocupada mamá.
        cocina, llegar hasta la  mientras lo construía se  Aquella misma noche     Teodoro miró enton-
        parte superior de los pi-  olvidase de incluir el bo-  tuvo que acampar en el  ces su brazalete y por un
        zarrones de la escuela, e  tón para volver a su esta-  jardín, pues era demasia-  momento dudó, pues si
        incluso, ser increíble-  do original una vez cam-  do grande para entrar en  lo destruía podría volver
        mente alto como para    biado el tamaño.        su habitación, y a la ma-  a ser pequeño pero no
        alcanzar también un aro    Pero no importaba,   ñana siguiente comenza-  tendría la oportunidad de
        de básquetbol con tan   pues cuando se dio cuen-  ron los verdaderos pro-  volver a ser alto de nue-
        solo un salto.          ta del error le quitó im-  blemas.              vo.
           Pero lo cierto es que  portancia: ¿quién iba a  Para empezar, su        Sin embargo, rápida-
        aún era muy bajito y pe-  cansarse nunca de ser  ropa de ir a la escuela ya  mente recordó que con
        queño, y apenas lograba  alto?                  no le servía y su desayu-  el tiempo crecería y ya
        alcanzar la pileta del     Así las cosas, una ma-  no no lo llenaba ni un  no sería tan bajito, y pen-
        baño.                   ñana de domingo Teodo-  poco.                   só que en realidad lo ha-
           Un día, Teodoro es-  ro probó su inventó en el  Más tarde, en la es-  cía más feliz seguir jugan-
        cuchó la historia de un  patio, y en un parpadeo  cuela, le pidieron que es-  do con sus amigos con su
        hombre que podía cam-   su cuerpo se hizo tan alto  cuchara la clase desde la  altura original.
        biar y verse del tamaño  que podía mirar desde  calle, porque era muy      De este modo, Teo-
        de una hormiga gracias a  arriba hasta el mismísi-  grande para entrar en el  doro sacó el brazalete, lo
        un extraño invento espa-  mo techo de su propia  aula.                  puso en el suelo y lo pisó
        cial, utilizado para hacer  casa:                  Pero lo peor de todo  con fuerza, y así volvió a
        muy pequeñita la comi-     —Vaya, hay que cam-  llegó a la hora del recreo,  ser pequeño en un abrir
        da en los viajes de los  biar algunas tejas —dijo  cuando todos sus ami-  y cerrar de ojos.
        astronautas.            Teodoro, casi sin darse  gos, que seguían siendo   Jamás sintió Teodoro
           Esto emocionó tanto  cuenta de su nuevo as-  pequeños, se pusieron a  tanta felicidad como la
        al pequeño que se puso  pecto.                  correr y a jugar sin parar  de aquel instante, pues
        a investigar cómo lograr-  Aquel día, tras su   y él tuvo que quedarse  fue capaz de valorar todo
        lo, pasó horas probando  cambio, todo fue diver-  sentado para no pisarlos  lo que tenía siendo tan
        muchas cosas posibles   sión. En vez de ir al par-  ni causar desastre algu-  pequeño, y no echó de
        que leía en los libros para  que en coche con sus  no por su gran altura.  menos nunca su brazale-
        crear esa máquina espa-  padres, Teodoro fue ca-   — ¡Oh, no! ¡Odio ser  te mágico espacial.
        cial capaz de cambiar su  minando, actividad que  tan alto, no puedo hacer  Eso sí, de lo que no
        altura, y ser al menos  le llevó tan solo un par de  nada! —se quejó Teodo-  tenía dudas es de que
        igual de buena que el ar-  minutos por su nueva  ro cuando llegó a casa.  aquel extraño invento…
        tefacto del hombre hor-  gran zancada.             —Pues antes te que-  ¡le había hecho vivir una
        miga.                      Eso sí, no pudo correr  jabas de que eras muy  aventura de altura!
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