Page 17 - Semanario-03-09-21.pmd
P. 17
El adivino
ADAPTACIÓN LIBRE DE CUENTO DE ALEKSANDER AFANASIEV
Siempre va
por la tierra
sin ensuciarse.
¿Qué es? LA SOMBRA
Si las dejas se pasan,
pero para venderlas
las pesas. LAS UVAS
Era un campesino po- sen a su palacio lo más hay más remedio que ro- puerta con la intención
bre y muy astuto apoda- pronto posible. Los garle que no nos denun- de huir del palacio; pero Soy blanco como la sal
do Escarabajo, que que- mensajeros, llegados al cie al zar. los ladrones salieron a y aunque me pueden
ría adquirir fama de adi- pueblo, sentaron al Primero fue el lacayo su encuentro y se echa-
vino. campesino en un coche a escuchar a la puerta. ron a sus pies, suplicán- abrir, no me cierran
Un día robó una sá- y lo llevaron a la capital. De pronto se oyó el pri- dole:
bana a una mujer, la es- Escarabajo, con gran mer canto del gallo y Es- -Nuestras vidas están ¿Qué soy?
condió en un montón de miedo, pensaba: carabajo exclamó: en tus manos. No nos
paja y se empezó a ala- "Ha llegado la hora -¡Gracias a Dios! Ya pierdas; no nos denun- UN HUEVO
bar diciendo que estaba de mi perdición. ¿Cómo está uno; hay que espe- cies al zar. Aquí tienes el
en su poder adivinarlo sabré dónde está el ani- rar a los otros dos. anillo. LA CÁSCARA DE
todo. La mujer lo oyó y llo? Se encolerizará el Al lacayo se le parali- -Bueno, por esta vez
se acercó a pedirle que zar y me expulsarán del zó el corazón de miedo. los perdono -contestó el
adivinase dónde estaba país o mandará que me Acudió a sus compañe- adivino.
su sábana. El campesino maten." ros y los alertó: Tomó el anillo, levan-
le preguntó: Lo llevaron ante el -¡Amigos, me ha re- tó una plancha del suelo
-¿Y qué me darás por zar, que lo recibió y le conocido! Apenas me y lo escondió debajo.
mi trabajo? aclaró cuál era su con- acerqué a la puerta, ex- Por la mañana el zar
-Una taza de harina y dición: clamó: "Ya está uno; hay despertó, mandó que se
un paquete de manteca. -¡Hola, amigo! Si adi- que esperar a los otros presentara el adivino y
-Está bien. vinas dónde está mi ani- dos." le preguntó:
Se puso a hacer como llo te recompensaré -Espera, ahora iré yo -¿Has pensado bas-
que meditaba, y luego le bien; pero si no, haré -dijo el cochero; y se fue tante?
indicó el sitio donde es- que te corten la cabeza. a escuchar a la puerta. -Sí, y ya sé dónde está
taba la sábana. Y ordenó que lo en- En ese momento los ga- el anillo. Se te ha caído y
Dos o tres días des- cerrasen y "que le de- llos cantaron por segun- rodando se ha metido
pués desapareció un ca- jen solo para que medi- da vez y el campesino debajo de esta plancha.
ballo de uno de los más te toda la noche y me dé dijo: Quitaron la plancha
ricos del pueblo. Era Es- la contestación mañana -¡Gracias a Dios! Ya y sacaron el anillo. El zar
carabajo quien lo había temprano. están dos; hay que es- recompensó generosa-
robado y atado a un ár- El campesino se sen- perar sólo al tercero. mente a nuestro adivi-
bol del bosque. tó en una silla y pensó: El cochero llegó jun- no, ordenó que le die-
El señor mandó lla- "¿Qué contestación to a sus compañeros y sen de comer y beber y
mar al adivino, y él le dio daré al zar? Será mejor les anunció: se fue a dar una vuelta
la solución: que espere la llegada de -¡Oh, amigos, tam- por el jardín.
-Envía tus criados al la noche y me escape; bién me ha reconocido! En su paseo, vio un
bosque; allí está tu ca- apenas los gallos can- Entonces el cocinero escarabajo, lo levantó y
ballo atado a un árbol. ten tres veces huiré de les propuso: volvió a palacio.
Fueron al bosque, en- aquí." -Si me reconoce tam- -Oye -dijo a Escara-
contraron el caballo, y El anillo del zar ha- bién, iremos todos, nos bajo-: si eres adivino,
el propietario dio al cam- bía sido robado por tres echaremos a sus pies y adivinarás qué es lo que
pesino cien pesos. servidores; uno era la- le rogaremos que no nos tengo encerrado en mi
Desde entonces cre- cayo, el otro cocinero y denuncie y no cause puño.
ció su fama y se exten- el tercero cochero. Ha- nuestra perdición. El campesino se asus-
dió por todo el país. Por blaron los tres: -¿Qué Los tres se dirigieron tó y murmuró entre
desgracia, ocurrió que haremos? Si este adivi- a la habitación y el coci- dientes:
al zar se le perdió su no sabe que hemos ro- nero se acercó a la puer- -Escarabajo, ahora sí
anillo nupcial y por más bado el anillo, nos con- ta para escuchar. De que te descubrió la mano
que lo buscaron por to- denarán a muerte. Lo pronto cantaron los ga- poderosa del zar.
das partes no pudieron mejor será ir a escuchar llos por tercera vez y el -¡Es verdad! ¡Has
encontrarlo. a la puerta de su habita- campesino, persignán- acertado! -exclamó el
Entonces el zar man- ción; si no dice nada, dose, exclamó: zar.
dó llamar a quien pre- tampoco lo diremos no- -¡Gracias a Dios! ¡Ya Y dándole aún más di-
sumía saberlo todo, dio sotros; pero si nos reco- están los tres! nero lo dejó irse a su casa
orden de que lo traje- noce por ladrones, no Y se lanzó hacia la colmado de honores.