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El cuervo y la jarra


                           ADAPTACIÓN LIBRE DE ANTIGUA FÁBULA DE ESOPO
















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                                                                                                                  una vaca flaca?



                                                                                                                             LÁSTIMA


                                                                                                                  Canto en la orilla, vivo en el
                                                                                                                  agua, no soy pez
                                                                                                           y tampoco cigarra.
                                                                                                           ¿Qué soy?


           Un caluroso día de   riedad! ¡Eso me pasa por  centró y de repente su  momento de felicidad                           UNA RANA
        verano, de esos en los  haber nacido cuervo en  mente se aclaró. ¡Había  absoluta. Gracias a su ca-
        que el sol abrasa y obli-  vez de garza!        encontrado la solución  pacidad de razonamien-
        ga a todos los animales    Muy nervioso se puso  al problema!           to y a su perseverancia           Cabeza de hierro,
        a resguardarse a la som-  a dar vueltas alrededor  –¡Sí, ya lo tengo!   consiguió superar las di-         cuerpo de madera,
        bra de sus cuevas y ma-  de la jarra. Caviló unos  ¿Cómo no me di cuenta  ficultades y pudo beber
        drigueras, un cuervo ne-  segundos y se le ocurrió  antes?              para salvar su vida.       si te pego en un dedo
        gro como el carbón em-  que lo mejor sería vol-    Empezó a recoger                                gritas fuerte.
        pezó a sentirse muy can-  carla y tratar de beber el  piedras pequeñas y a  MORALEJA
        sado y muerto de sed.   agua antes de que la tie-  meterlas una a una en la  Al igual que el cuervo  ¿Qué soy?
           El bochorno era tan  rra la absorbiera.      jarra. Diez, veinte, cin-  de esta fábula, si alguna                                     UN MARTILLO
        grande que todo el cam-    Sin perder tiempo    cuenta, sesenta, noven-  vez te encuentras con un
        po estaba reseco y no   empezó a empujar el re-  ta… Con paciencia y te-  problema lo mejor que
        había agua por ninguna  cipiente con la cabeza  són trabajó bajo el tórri-  puedes hacer es tranqui-
        parte. El cuervo, al igual  como si fuera un toro  do sol hasta que casi cien  lizarte y tratar de buscar  Tiene dientes y
        que otras aves, se vio  embistiendo a otro toro  piedras fueron ocupan-  de forma serena una so-          no muerde, cabeza
        obligado a alejarse del  pero el objeto ni se mo-  do el espacio interior y  lución.               y no es hombre.
        bosque y sobrevolar las  vió y de nuevo se dio de  cubriendo el fondo. Con  La calma, la lógica y
        zonas lindantes con la  bruces con la realidad:  ello consiguió lo que tan-  el ingenio son funda-
        esperanza de encontrar  no era más que un cuer-  to anhelaba: que el agua  mentales para salir de   ¿Qué es?                    EL AJO
        un lugar donde beber.   vo delgado y frágil, sin la  subiera y subiera hasta  situaciones difíciles y
        En esas circunstancias  fuerza suficiente para  llegar al agujero.      aunque parezca menti-
        era difícil surcar el cielo  tumbar un objeto tan  –¡Viva, viva, al fin lo  ra, cuando estamos en
        pero tenía que intentar-  pesado.               conseguí! ¡Agüita fresca  aprietos, a menudo sur-
        lo porque ya no resistía   –¡Maldita sea! ¡Ten-  para beber!            gen las ideas más ocu-
        más y estaba a punto de  go que encontrar la ma-   Para el cuervo fue un  rrentes.
        desfallecer.            nera de llegar hasta el
           No vio ningún lago,  agua o moriré de sed!
        no vio ningún río, no vio  Sacudió la pata dere-
        ningún charco… ¡La si-  cha e intentó introducir-
        tuación era desesperan-  la por la boca de la jarra
        te! Cuando su lengua ya  para ver si al menos po-
        estaba áspera como un   día empaparla un poco y
        trapo y le faltaban fuer-  lamer unas gotas. El fra-         A buen entendedor,
        zas para mover las alas,  caso fue rotundo porque
        divisó una jarra de barro  sus dedos curvados eran             menos sopapos.
        en el suelo.            demasiado grandes.
           –¡Oh, una jarra tira-   –¡Qué mala suerte!
        da sobre la hierba! ¡Con  ¡Ni cortándome las uñas
        suerte tendrá un poco   podría meter la pata en             Mulita que se duerme
        de agua fresca!         esta estúpida vasija!            se convierte en charango.
           Bajó en picada, se      A esa altura ya esta-
        posó junto a ella, asomó  ba muy alterado. La an-
        el ojo por el agujero   gustia que sentía no le
        como si fuera un catale-  dejaba pensar con clari-             Siembra un árbol,
        jo y pudo distinguir el  dad, pero de ninguna                harás feliz a un perro.
        preciado líquido trans-  manera se desanimó. En
        parente al fondo.       vez de darse por venci-
           Su cara se iluminó de  do decidió detenerse un
        alegría.                momento y sentarse a                 Algo tendrá el agua
           –¡Agua, es agua! ¡Es-  reflexionar hasta hallar
        toy salvado!            la respuesta a la gran               cuando la bendicen.
           Introdujo el pico por  pregunta:
        el orificio para sorberla  –¿Qué puedo hacer
        pero el pobre se llevó un  para beber el agua que
        chasco de campeonato.   hay dentro de la jarra?            No por mucho madrugar
        ¡Era demasiado corto    ¿Qué puedo hacer?               se ven las vacas en camisón.
        para alcanzarla!           Trató de relajarse,
           –¡Vaya, qué contra-  respiró hondo, se con-
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