Todo comenzó cuando se encontraron 2 alemanes, que resultaron ser fanáticos del cacao, en su tierra. Uno asombrado por el bajo precio del chocolate (40 centésimos de euro en un supermercado), el otro un chocolatero que opinó que si querían buscar el mejor cacao para su producción debían buscarlo en Ecuador.
El resultado fue que tomaron sus bicicletas, consiguieron una autorización de viaje que demoró 3 años, y, cámaras bajo el brazo salieron a la aventura.
Eso significó un viaje de 7.000 kilómetro por las selvas amazónicas de ecuador y Colombia en 24 días que luego plasmarían en una documental llamada El largo camino del chocolate. En la documental pretenden mostrar las bellezas naturales de esa parte de Sudamérica y el trabajo que significa lograr tener esa barra y el valor real que tiene en vidas dedicadas al cultivo, producción y comercialización de un chocolate.
Pretenden demostrar que detrás de algo tan pequeño y subvalorado hay una enorme cantidad de vida. Para ello se asesoraron con un operador turístico ecuatoriano, quien los llevó a recorrer 4 comunidades nativas que componen un grupo de mini productores que obtienen entre un 10 y un 50 % de sus ingresos de esta industria. El cultivo en la zona amazónica fue tradicionalmente familiar, pero han logrado insertar su producto en el mercado.
La recorrida comenzó en el extremo sur de Ecuador, en la localidad de Palanda, ubicada a 1.200 m de altitud en la margen del río homónimo, fundada en 1557, dónde se ha ido desarrollando el cultivo de finas variedades de cacao y terminó en la ciudad colombiana de Cartagena, 24 días después.
En el periplo los aventureros se encontraron con un productor que posee una finca de 6 hectáreas y se dedica al cultivo de la variedad fino de aroma en forma totalmente natural, el que se quejaba de los bajos precios que obtienen de los intermediarios, explicando que la única forma de resarcirse en algo es elaborar la pasta en forma local, finalmente llegaron a un acuerdo para comprar el producto al doble de lo que le estaban pagando obteniendo pasta de cacao de excelente calidad a un precio muy competitivo que satisfizo al productor.
Finalmente se plasmó el objetivo de la aventura y el 26 de noviembre pasado estrenaron el documental en Erhfurt, una clásica cuidad alemana que data de 872 y fue parte de la Liga Hanseática, ante unas 500 personas entre quiénes se contaron los embajadores de Ecuador y Colombia ante Alemania.
El proyecto pretende difundir la producción artesanal del cacao y su producto final, el chocolate, contando la abundante dosis de vida y esfuerzo que lleva la producción cada año. Para ello tenían prevista la presentación en varios puntos de Alemania, en ecuador y Colombia, pero la emergencia sanitaria lo detuvo, al menos hasta el próximo año.