Ulrichstein es una pequeña ciudad ubicada en el estado de Hesse, a 614 metros de altura sobre el nivel del mar, con una población de alrededor de 3.000 habitantes.
Debido al cambio climático y al aumento del consumo de agua de los agricultores de la zona ha llegado a una situación crítica en el suministro de agua potable. El tema es que toda el agua que se utiliza en la comarca se obtiene de 6 pozos, que están en funciones desde hace más de 100 años y tienen 2 a 3 metros de profundidad, se están secando.
Actualmente suministran 4 metros cúbicos de agua por hora y las necesidades son del doble, por lo menos. Las autoridades de la ciudad hay intentado varias soluciones, una de ellas, por ejemplo fue la perforación de un pozo de 120 metros, resultado, ni una gota! Pero eso sí se llevó 150.000 euros que tuvo que pagar la comunidad junto al consumo de agua (fueron 50 euros por habitante).
Pero, aunque los geólogos insisten en que no hay agua debajo de Ulrichstein, una empresa que tiene antecedentes de haber explotado agua subterránea en varias partes del mundo insiste en hacer una perforación en busca del preciado elemento.
Por ahora la ciudad tiene que abastecerse mediante un camión cisterna que trae unos 60.000 litros de agua 6 veces al día desde localidades vecinas mientras las restricciones en el uso son considerables, no hay agua para regar el jardín, ni para nada que no sea indispensable.
Hasta los lavaderos se tiene que restringir en la cantidad de ropa que aceptan, debido a que el agua está racionada.
Otra posible solución en estudio es la reconversión de 2 de las 8 plantas de tratamiento de aguas residuales para obtener agua potable.
Una muestra de que el cambio climático y la gravedad de los problemas del calentamiento global afectan a toda la población mundial sin distinguir si los países son ricos o pobres.