El relacionamiento del Concejo Municipal está muy deteriorado y quedó en evidencia una vez más la pasada semana cuando se levantó la sesión porque a consideración de la Alcaldesa estaba siendo violentada.

Espíndola manifestó que no se trató de un caso puntual y que se iba a contactar con la Junta Departamental para que la orientara en los pasos a seguir, agregó que "de esta forma no se puede seguir trabajando" dado que las peleas entre los concejales no permiten que se traten los temas que atañen a la población.

Consultado el concejal por el Frente Amplio, Juan José Miguelena, sobre la situación que llevó a levantar la sesión, nos decía: "Ellos dicen que hay violencia y no es así, algunos tenemos un timbre de voz más fuerte que otros pero jamás es con falta de respeto”.

Sostiene que “El Municipio de Carmelo no funciona como concejo municipal, funciona como un club político. En una de las primeras sesiones de las que participamos con Caraballo y mi equipo, la subdirectora de Acción Social, que tiene sede en el edificio que compartimos con la Junta Local, informó en sesión que la barométrica pasó de la órbita de Municipio a manejarla Acción Social porque era utilizada con fines políticos”.

Más consideraciones sobre la situación en edición impresa.

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